Texto completo de alocución pre-Ángelus tomado de RADIO VATICANO
¡Queridos hermanos y hermanas!
El Señor invita a los discípulos para que sean ellos quienes distribuyan el pan para la multitud; de este modo los instruye y los prepara para la futura misión apostólica: en efecto deberán llevar a todos el alimento de la Palabra de vida y de los Sacramentos.
En este signo prodigioso se entrelazan la encarnación de Dios y la obra de la redención. Jesús, en efecto, “desciende” de la barca para encontrar a los hombres. San Máximo el Confesor afirma que el Verbo de Dios “se dignó, por amor nuestro, a hacerse presente en la carne, derivada de nosotros y conforme a nosotros menos que en el pecado, y a exponernos la enseñanza con palabras y ejemplos convenientes a nosotros. El Señor nos ofrece aquí un ejemplo elocuente de su compasión hacia la gente. Hace pensar en tantos hermanos y hermanas que en estos días, en el Cuerno de África, sufren las dramáticas consecuencias de la carestía, agravadas por la guerra y por la falta de instituciones sólidas.
Confiamos a la Virgen María nuestra oración para que abra nuestro corazón a la compasión hacia el prójimo y al compartir fraterno.
Saludos del Papa en Español
Patricia Jáuregui
Y, hablando en polaco el Obispo de Roma ha recordado a los fieles presentes en Castel Gandolfo que, en el Evangelio de hoy hemos escuchado el milagro de la multiplicación de los panes, con los que el Señor alimenta a una muchedumbre hambrienta. Pero no nos ha dado, por esto, una receta útil para saciar el hambre de los pueblos del mundo, ni para resolver el drama del hambre. Nos recuerda que está prohibido permanecer indiferentes ante la tragedia de los hambrientos y sedientos. Nos anima a que les demos de comer y a compartir el pan con los necesitados. Siguiendo a Cristo debemos ser sensibles ante la pobreza de los pueblos. Os saludo cordialmente ¡Alabado sea Jesucristo!.
Rafael Álvarez Taberner
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