tomado de RADIO VATICANO:
Palabras
del Papa (texto completo):
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
el Evangelio de hoy nos presenta el encuentro de Jesús con
la mujer samaritana, sucedido en Sicar, junto a un antiguo pozo donde la mujer
iba cada día, para sacar agua. Aquel día se encontró a Jesús, sentado,
“fatigado por el viaje” (Juan 4, 6). El inmediatamente le dice, “dame de beber”
(v 7, 7). De este modo supera las barreras de hostilidad, que existían entre
judíos y samaritanos y rompe los esquemas del prejuicio en frente a las
mujeres. El simple pedido de Jesús es el inicio de un dialogo sincero, mediante
el cual Él, con gran delicadeza, entra en el mundo interior de una persona a la
cual, según los esquemas sociales, no tendría ni si quiera que haberle dirigido
la palabra. Pero Jesús lo hace, eh? Jesús no tiene miedo. Jesús cuando ve una
persona va adelante porque ama, nos ama a todos, no pasa de largo jamás ante
una persona por prejuicios. Jesús pone a la samaritana frente a su realidad, no
juzgándola sino haciéndola sentir considerada, reconocida, y suscitando así en
ella el deseo de ir más allá de la rutina cotidiana.