Párroco: Padre Carlos Pérez

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Párroco: Padre Carlos Pérez

domingo, 29 de enero de 2012

Reflexión del santo Padre Benedicto XVI previa al Ángelus, Domingo 29 de Enero 2012


Traducción completa tomada de RADIO VATICANO

Queridos hermanos y hermanas

El Evangelio de este domingo (Mc 1, 21-28) nos presenta a Jesús que –durante el día sábado- predica en la sinagoga de Cafarnaún, la pequeña ciudad en el lago de Galilea en donde vivían Pedro y su hermano Andrés. A su enseñanza –que suscitaba la maravilla de la gente- sigue la liberación de un “hombre poseído por un espíritu inmundo” (v.23), que reconoce en Jesús el “Santo de Dios”, es decir, el Mesías. En poco tiempo, su fama se difunde en toda la región, que Él recorre anunciando el Reino de Dios y sanando todo tipo de enfermo: de palabra y de acción. San Juan Crisóstomo hace observar como el Señor “alterna el discurso en beneficio de los que escuchan, procediendo de los prodigios a las palabras y pasando nuevamente de la enseñanza de su doctrina a los milagros” (Hom. in Matthæum 25, 1: PG 57, 328).


La palabra que Jesús dirige a los hombres abre inmediatamente el acceso a la voluntad del Padre y a la verdad de sí mismos. No así, en cambio, sucedía a los escribas, que tenían que esforzarse en interpretar las Sagradas escrituras con numerosas reflexiones. Además, a la eficacia de la palabra, Jesús unía aquella de los signos de la liberación del mal. San Atanasio observa que “ordenar a los demonios y expulsarlos nos es una obra humana sino divina”, de hecho, el Señor “alejaba de los hombres toda clase de enfermedades. ¿Quién, viendo su poder… habría aún dudado que Él sea el Hijo, la Sabiduría y la Potencia de Dios? (Oratio de Incarnatione Verbi 18.19: PG 25, 128 BC.129 B). La autoridad divina, no es una fuerza de la naturaleza. Es el poder del amor de Dios que crea el universo y encarnándose en el Hijo Unigénito, bajando en nuestra humanidad, sana el mundo corrupto por el pecado. Romano Guardini escribe: “Toda la existencia de Jesús es traducción de la potencia en humildad… es la soberanía que se abaja a la forma de siervo” » (Il Potere, Brescia 1999, 141.142).

A menudo para el hombre la autoridad significa afán de posesión, poder, dominio, suceso. Para Dios, en cambio, la autoridad significa servicio, humildad, amor; significa entrar en la lógica de Jesús que se inclina para lavar los pies a los discípulos (cfr Jn 13,5), que busca el verdadero bien del hombre, que mira las heridas, que es capaz de un amor tan grande de dar la vida, porque es el Amor. En una de sus cartas, santa Catalina de Siena escribe: “Es necesario que nosotros veamos y conozcamos, en verdad, con la luz de la fe, que Dios es el Amor supremo y eterno y no puede querer sino nuestro bien” Ep. 13 in: Le Lettere, vol. 3, Bologna 1999, 206).

Queridos amigos, el próximo jueves 2 de febrero, celebraremos la fiesta de la Presentación del Señor en el templo, Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Invoquemos con fe a María Santísima, para que guíe nuestros corazones para tomar siempre de la misericordia divina, que libera y sana nuestra humanidad, colmándola de toda gracia y bien, con la potencia del amor (Traducción de Claudia Alberto y Cecilia de Malak-RV).


texto palabras del Papa en español  
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana, en particular a los alumnos del Instituto Diego Sánchez, de Talavera la Real, del Colegio San Atón, de Badajoz, así como a los fieles procedentes de Valencia, Cádiz, Ceuta y Jérez. Con el salmista invito a todos a escuchar la voz de Dios y a no endurecer el corazón. Busquemos tiempo para meditar cuanto el Señor nos propone en la divina Palabra y respondamos a ella con una oración sincera, constante y humilde. De ahí sacaremos fuerzas para afrontar las dificultades de la vida y servir con sencillez a los que nos rodean, sobre todo a quienes pasan por pruebas diversas. Feliz Domingo

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