"El trabajo y la fiesta están íntimamente relacionados con la
vida de las familias: condicionan sus elecciones, influyen en las relaciones
entre los cónyuges y entre padres e hijos, inciden en la relación de la familia
con la sociedad y con la Iglesia. La Sagrada Escritura (cf. Gn 1- 2) nos dice
que familia, trabajo y día festivo son dones y bendiciones de Dios para
ayudarnos a vivir una existencia plenamente humana. La experiencia cotidiana
demuestra que el desarrollo auténtico de la persona comprende tanto la
dimensión individual, familiar y comunitaria, como las actividades y las
relaciones funcionales, al igual que la apertura a la esperanza y al Bien sin
límites.
En nuestros días, lamentablemente, la organización del
trabajo, pensada y realizada en función de la competencia de mercado y del
máximo beneficio, y la concepción de la fiesta como ocasión de evasión y de
consumo, contribuyen a disgregar la familia y la comunidad, y a difundir un
estilo de vida individualista. Por tanto, es preciso promover una reflexión y
un compromiso encaminados a conciliar las exigencias y los tiempos del trabajo
con los de la familia y a recuperar el verdadero sentido de la fiesta, especialmente
del domingo, pascua semanal, día del Señor y día del hombre, día de la familia,
de la comunidad y de la solidaridad." Santo Padre Benedicto XVI.
Aunque no asistas al encuentro mundial de las familias en Milán el próximo Mayo 2012, puedes leer y meditar las catequesis de preparación que ya se encuentran disponibles en la página oficial del encuentro, y que mejor época que en Adviento y Navidad para que reflexiones con toda tu familia.
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