Encontrarás el listado de los discursos del Papa en orden cronológico, con unas breves palabras de ese discurso, y especialmente te invitamos a visitar el enlace donde podrás leer el discurso completo, en RADIO VATICANO.
22 de
Septiembre del 2011
“Una mirada clara también sobre sus páginas
oscuras nos permite aprender de su pasado y de recibir impulso para el
presente. La República Federal de Alemania se ha convertido en lo que es hoy a
través de la fuerza de la libertad plasmada de responsabilidad ante Dios y ante
el prójimo. Necesita de esta dinámica que involucra todos los ámbitos humanos
para poder continuar a desarrollarse en las condiciones actuales. Lo requiere
en “un mundo necesita una profunda renovación cultural y el redescubrimiento de
valores de fondo sobre los cuales construir un futuro mejor” (Encíclica Caritas
in veritate, 21).”
“Concede a tu siervo
un corazón dócil, para que sepa juzgar a tu pueblo y distinguir entre el bien y
mal” (1 R 3,9). Con este relato, la Biblia quiere indicarnos lo que debe ser
importante en definitiva para un político. Su criterio último y la motivación
para su trabajo como político no debe ser el éxito y mucho menos el beneficio
material. La política debe ser un compromiso por la justicia y crear así las
condiciones básicas para la paz. Naturalmente, un político buscará el éxito,
que de por sí le abre la posibilidad a la actividad política efectiva. Pero el
éxito está subordinado al criterio de la justicia, a la voluntad de aplicar el
derecho y a la comprensión del derecho.
La opción que se
plantea nos hace comprender de forma insistente el significado existencial de
nuestras decisiones de vida. Al mismo tiempo, la imagen de la vid es un signo
de esperanza y confianza. Encarnándose, Cristo mismo ha venido a este mundo
para ser nuestro fundamento. En cualquier necesidad y arridez, Él es la fuente
de agua viva, que nos nutre y fortalece. Él en persona carga sobre sí el
pecado, el miedo y el sufrimiento y, en definitiva, nos purifica y transforma misteriosamente
en vino bueno. En esos momentos de necesidad nos sentimos a veces aplastados
bajo una prensa, como los racimos de uvas que son exprimidos completamente.
Pero sabemos que, unidos a Cristo, nos convertimos en vino de solera. Dios sabe
transformar en amor incluso las cosas difíciles y agobiantes de nuestra vida.
Lo importante es que “permanezcamos” en la vid, en Cristo. En esta breve
perícopa, el evangelista usa la palabra “permanecer” una docena de veces. Este
“permanecer-en-Cristo” caracteriza todo el discurso. En nuestro tiempo de
inquietudes e indiferencia, en el que tanta gente pierde el rumbo y el
fundamento; en el que la fidelidad del amor en el matrimonio y en la amistad es
frágil y efímera; en el que desearíamos gritar, en medio de nuestras
necesidades, como los discípulos de Emaús: “Señor, quédate con nosotros, porque
anochece (cf. Lc 24, 29), porque las tinieblas nos rodean”; el Señor resucitado
nos ofrece aquí un refugio, un lugar de luz, de esperanza y confianza, de paz y
seguridad. Donde la aridez y la muerte amenazan a los sarmientos, allí en
Cristo hay futuro, vida y alegría.
Permanecer en Cristo
significa, como ya hemos visto, permanecer también en la Iglesia. Toda la
comunidad de los creyentes está firmemente unida en Cristo, la vid. En Cristo,
todos nosotros estamos unidos. En está comunidad, Él nos sostiene y, al mismo
tiempo, todos los miembros se sostienen recíprocamente. Ellos resisten juntos a
las tempestades y se protegen mutuamente. Nosotros no creemos solos, sino que
creemos con toda la Iglesia
23 de septiembre de 2011
·
Encuentro con los representantes de la comunidad Judía: El Papa recuerda las horribles imágenes de los campos de concentración que muestran “de lo que puede ser capaz el hombre que rechaza a Dios”
todos tenemos claro que una comunión
amorosa y comprensiva entre Israel y la Iglesia, en el respeto recíproco de la
identidad del otro, debe crecer todavía más y entrar de modo más profundo en el
anuncio de la fe
·
Encuentro con las comunidades musulmanas: El Papa resalta la necesidad de consenso sobre los valores éticos fundamentales para la supervivencia de la sociedad
es necesario esforzarse
constantemente para un mejor y reciproco conocimiento y comprensión. Esto no es
sólo esencial para una convivencia pacifica, sino también para la contribución
que cada uno es capaz de ofrecer a la construcción del bien común dentro de la
misma sociedad.
·
En su encuentro con la Iglesia Evangélica, el Papa afirma que “sin el conocimiento deDios, el hombre se hace manipulable”
Si fuese más vivo en nosotros el
amor de Dios, y a partir de Él, el amor por el prójimo, por las creaturas de
Dios, por los hombres, ¿podrían el hambre y la pobreza devastar zonas enteras
del mundo? Las preguntas en ese sentido podrían continuar. No, el mal no es una
nimiedad. No podría ser tan poderoso, si nosotros pusiéramos a Dios realmente
en el centro de nuestra vida. La pregunta: ¿Cómo se sitúa Dios respecto a mí,
cómo me posiciono yo ante Dios? Esta pregunta candente de Martín Lutero debe
convertirse otra vez, y ciertamente de un modo nuevo, también en una pregunta
nuestra.
El
hombre tiene necesidad de Dios, o ¿acaso las cosas van bien sin Él? Cuando en
una primera fase de la ausencia de Dios, su luz sigue mandando sus reflejos y
mantiene unido el orden de la existencia humana, se tiene la impresión que las
cosas funcionan incluso sin Dios. Pero cuanto más se aleja el mundo de Dios,
tanto más resulta claro que el hombre, en el hybris del poder, en el vacío del
corazón y en el ansia de satisfacción y de felicidad, “pierde” cada vez más la
vida. La sed de infinito esta presente en el hombre de tal manera que no se
puede extirpar. El hombre ha sido creado para relacionarse con Dios y tiene
necesidad de Él. En este tiempo, nuestro primer servicio ecuménico debe ser el
testimoniar juntos la presencia del Dios vivo y dar así al mundo la respuesta
que necesita. Naturalmente, de este testimonio fundamental de Dios forma parte
además, y de modo absolutamente central, el dar testimonio de Jesucristo,
verdadero hombre y verdadero Dios, que vivió entre nosotros, padeció y murió
por nosotros, y que en su resurrección ha abierto totalmente la puerta de la
muerte. Queridos amigos, ¡fortifiquémonos en está fe! ¡Ayudémonos
recíprocamente a vivirla! Esta es una gran tarea ecuménica que nos introduce en
el corazón de la oración de Jesús.
Cuando los cristianos se dirigen a
María en todos los tiempos y lugares, se dejan guiar por la certeza espontánea
de que Jesús no puede rechazar las peticiones que le presenta su Madre; y se
apoyan en la confianza inquebrantable de que María es también Madre nuestra;
una Madre que ha experimentado el sufrimiento más grande de todos, que se da
cuenta de todas nuestras dificultades y piensa en modo materno cómo superarlas.
Cuántas personas han ido en el transcurso de los siglos en peregrinación a
María para encontrar ante la imagen de la Dolorosa, como aquí en Etzelsbach,
consuelo y alivio
Como si nos dijera: entiende que
Dios, que es la fuente de todo bien y no quiere otra cosa que tu verdadera
felicidad, tiene el derecho de exigirte una vida que se abandone sin reservas y
con alegría a su voluntad, y se esfuerce en que los otros hagan lo mismo.
“Donde está Dios, allí hay futuro”. En efecto: donde dejamos que el amor de
Dios actúe totalmente sobre la vida, allí se abre el cielo. Allí, es posible
plasmar el presente, de modo que se ajuste cada vez más a la Buena Noticia de
nuestro Señor Jesucristo. Allí, las pequeñas cosas de la vida cotidiana
alcanzan su sentido y los grandes problemas encuentran su solución.
24 de septiembre de 2011
En la Catedral de Friburgo, dedicada a Nuestra Señora, el Santo Padre ha
adorado el Santísimo Sacramento, ha rezado el Ángelus y saludado a un grupo de
religiosos y religiosas de la Región, así como a algunos enfermos. Luego,
Benedicto XVI, saliendo de esta Catedral ha saludado a la población reunida en
la Plaza.
¿Qué es lo que estos santos tienen
en común? ¿Cómo podemos describir y hacer fecunda para nosotros su particular
forma de vida? Sí, los santos nos muestran que es posible y bueno vivir de
manera radical la relación con Dios, poner a Dios en primer lugar y no como una
realidad más entre otras. Los santos nos muestran de manera evidente el hecho
de que Dios ha tomado la iniciativa de dirigirse a nosotros; en Jesucristo se
ha manifestado y se nos manifiesta. Cristo sale a nuestro encuentro, habla a
cada uno y lo invita a seguirlo. Los santos han tomado en serio esta
posibilidad, decirlo por así, en el continuo diálogo de la oración, han tendido
a Él desde lo más recóndito de su ser, y de Él recibieron la luz que les abrió
a la vida verdadera.
La fe es siempre, y esencialmente,
un creer junto con otros. El hecho de poder creer lo debo sobre todo a Dios que
se dirige a mí y, por decirlo así, “enciende” mi fe. Pero, más concretamente,
debo mi fe también a los que están cerca de mí y que han creído antes que yo y
creen conmigo. Este “con”, sin el cual no es posible una fe personal, es la
Iglesia. Y esta Iglesia franquea las fronteras de los países como lo demuestran
las nacionalidades de los santos que he mencionado anteriormente: Hungría,
Inglaterra, Irlanda e Italia. En este sentido, se resalta lo importante que es
el intercambio espiritual que se extiende a través de toda la Iglesia
universal. Si nos abrimos a toda fe, en la historia entera y en los testimonios
de toda la Iglesia, entonces la fe católica tiene futuro también como fuerza
pública en Alemania.
En la actual tendencia de nuestro
tiempo, en que son bastantes los que quieren, por así decir, “liberar” de Dios
a la vida pública, las Iglesias cristianas en Alemania, entre las cuales están
también los cristianos ortodoxos y ortodoxos orientales, fundado en la fe en el
único Dios y Padre de todos los hombres, caminan juntas por la senda de un
testimonio pacífico para la comprensión y la comunión entre los pueblos. Al
hacer esto, no dejan de poner el milagro de la encarnación de Dios en el centro
del anuncio. Conscientes de que sobre este milagro se funda la dignidad de la
persona, se comprometen juntas en la protección de la vida humana desde su
concepción hasta su muerte natural. La fe en Dios, creador de la vida, y el
permanecer absolutamente fieles a la dignidad de cada persona fortalece a los
cristianos para oponerse con ardor a cualquier intervención que manipule y
seleccione la vida humana. Por otra parte, conociendo como cristianos el valor
del matrimonio y de la familia, nos preocupa, porque es importante, preservar
de toda interpretación errónea la integridad y la singularidad del matrimonio
entre un hombre y una mujer. En este sentido, el compromiso común de los cristianos,
entre los que se encuentran numerosos fieles ortodoxos y ortodoxos orientales,
ofrece una contribución valiosa a la edificación de una sociedad con futuro, en
la cual se dé el debido respeto a la persona humana.
Permitid que Cristo arda en
vosotros, aun cuando ello comporte a veces sacrificio y renuncia. No temáis
perder algo y quedaros al final, por así decirlo, con las manos vacías. Tened
la valentía de usar vuestros talentos y dones al servicio del Reino de Dios y
de entregaros vosotros mismos, como la cera de la vela, para que el Señor
ilumine la oscuridad a través de vosotros. Tened la osadía de ser santos
brillantes, en cuyos ojos y corazones reluzca el amor de Cristo, llevando así
luz al mundo. Confío que vosotros y tantos otros jóvenes aquí en Alemania sean
llamas de esperanza que no queden ocultas. “Vosotros sois la luz del mundo”
25 de Septiembre de 2011
·
El Papa lamenta que el cristianismo haya sido ensombrecido por los dolorososescándalos de los anunciadores de la fe
“Donde está Dios, allí hay futuro”.
Donde Dios está presente, allí hay esperanza y allí se abren nuevas
prospectivas y con frecuencia insospechadas, que van más allá del hoy y de las
cosas efímeras.
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