Lunes, 01 de Agosto de 2011 00:00
La presencia misma del Santo Padre Benedicto XVI se sentirá en la Isla durante la celebración del Quinto Centenario de la Fundación de la Iglesia en Puerto Rico, el 9 de agosto, desde las 7:30 p.m. en la Parroquia Santa Teresita en Santurce.
El Obispo de Roma nombró al Cardenal Emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, O.F.M., como su enviado especial a P.R. para participar de los eventos que desarrollará la Iglesia Católica del País.
“Lo que celebramos no es un tiempo pasado, sino una gozosa realidad que permanece. El Evangelio y la Iglesia llegaron a Puerto Rico y aquí se asentaron en una cultura muy propia. El Evangelio no venía para destruir sino para ayudar. Después de algunos años, en los que la Iglesia de Puerto Rico era sufragánea, como todas las de América, de la Arquidiócesis de Sevilla, había llegado el momento de dotar a este Iglesia del Caribe de una estructura propia y autónoma. Así se creó la diócesis de San Juan Bautista”, expresó el Cardenal Amigo en entrevista exclusiva con El Visitante.
República Dominicana, también, es parte del júbilo que provoca la creación de las primeras circunscripciones eclesiásticas en América. El 8 de agosto de 1511, el Papa Julio II erigió las Diócesis de San Juan Bautista, La Vega y Santo Domingo, mediante la bula Romanus Pontifex. El 26 de septiembre de 1512, en el Palacio Arzobispal de Sevilla, se decretó la erección de las tres nuevas Catedrales en Santo Domingo, La Vega y Puerto Rico. Por tal razón, ambas islas festejarán los próximos meses el inicio de la evangelización en el Nuevo Mundo y la gran vinculación que perdura con la Iglesia en España y, específicamente, con Sevilla.
“Todo ello representa una historia fecunda de realizaciones eclesiales y, al mismo tiempo, recogiendo lo mejor del tiempo pasado, caminar hacia el futuro, en la seguridad de que el Espíritu de Dios irá marcando los mejores caminos, siempre evangelizadores”, afirmó el Purpurado.
Nacido en Medina de Rioseco, provincia de Valladolid, el 23 de agosto de 1934, Amigo Vallejo comenzó sus estudios, curiosamente, en medicina, pero los abandonó al poco tiempo, para ingresar en el noviciado de la Orden de los Hermanos Menores (Franciscanos). El 17 de agosto de 1960, fue ordenado sacerdote y, de ahí en adelante, se ha caracterizado por ocupar importantes cargos dentro de la Iglesia e involucrarse en causas significativas.
El 17 de diciembre de 1973, fue nombrado Arzobispo de Tánger, posición desde la cual trabajó por el diálogo interreligioso y el ecumenismo. Durante su incumbencia, se establecieron relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y el Reino de Marruecos. En varias ocasiones, actuó como mediador en la solución de conflictos entonces existentes entre países del Magreb y España. Puso especial interés en la creación de centros para la promoción social de la mujer musulmana. Además, procuró las mejores relaciones entre las comunidades cristiana, musulmana y judía.
El 22 de mayo de 1982, fue nombrado Arzobispo de Sevilla. En 1984, figura como miembro del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española y presidente de la Comisión Episcopal para el V Centenario de la Evangelización de América. En 1990, el Beato Juan Pablo II le nombró miembro de la Comisión Pontificia para América Latina. Asumió el cargo de Cardenal Presbítero de la Iglesia Católica el 21 de octubre de 2003, de las manos de Juan Pablo II, quien le asignó el título La Iglesia Romana de Santa María de Montserrat de los Españoles.
La Misión Continental
A tono con los eventos eclesiásticos más recientes en Puerto Rico, como el Primer Encuentro de la Asamblea Nacional de Pastoral, realizado el pasado mes de mayo, El Visitante preguntó al Cardenal Amigo su perspectiva de cómo se podría implantar la Misión Continental en América Latina, propuesta en la Quinta Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizada en Aparecida, Brasil, en el año 2007. La esencia de dicha misión es consumar el mandato de Jesús de ir y hacer discípulos.
“Pueden ser muchas las acciones a emprender ante los desafíos de la secularización, la indiferencia, el subjetivismo, el materialismo y una mentalidad ajena a todo lo que significa la presencia de Dios en el mundo. Pero la Iglesia sabe muy bien que nunca le ha de faltar la acción del Espíritu Santo y que Jesucristo cuida de su Iglesia. Necesitaremos estar muy atentos a lo que Él quiera decirnos. No cabe la menor duda de que las distintas diócesis americanas, que reflexión tan certera hicieron en Aparecida, pondrán en marcha aquellos instrumentos pastorales que más se necesitan en este momento para poder realizar la obra de la evangelización. Así me consta, de una manera particular, lo que Su Excelencia Monseñor Roberto González Nieves y los señores obispos de Puerto Rico, están preparando al respecto”, abundó.
La Nueva Evangelización
El 9 de marzo de 1983, encontrándose en Haití, el Beato Juan Pablo II hizo el llamado a la Nueva Evangelización. El Papa Benedicto XVI, por su parte, instituyó el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el 21 de septiembre de 2010, como una continuación de la propuesta del Beato. Ante la triste realidad de muchos de los pueblos de América Latina, en los que la vida cristiana se ve amenazada por fenómenos continuos, como el indiferentismo, laicismo y ateísmo, le inquirimos al Cardenal Carlos cuál sería un plan pastoral que permita instaurar en estos lugares nuevas comunidades de fe viva.
“Benedicto XVI ha señalado cuáles son los objetivos de la nueva evangelización. Entre ellos, está el de revitalizar las comunidades cristianas. Cada diócesis tendrá que analizar, en comunión con la Iglesia de su propio entorno y, siempre guiados por el magisterio del Santo Padre, aquellos proyectos y acciones concretas que se deben realizar. Estimo que las conclusiones de Aparecida son un magnífico programa pastoral para los próximos años. Tiene hondura teológica, dimensión universal y, al mismo tiempo, proyectos muy concretos para las Iglesias de América Latina y el Caribe. Serán las distintas diócesis las que tengan que realizar sus propios y más concretos planes pastorales, para responder a aquellos desafíos que de una manera particular afectan a la Iglesia local”, aseguró.
Un mensaje para Puerto Rico
Finalmente, el Cardenal Carlos Amigo Vallejo envió un mensaje a la Isla antes de su llegada para la celebración oficial del Quinto Centenario de la Fundación de la Iglesia en Puerto Rico. “La mejor esperanza para la Iglesia de Puerto Rico es, sin duda alguna, lo que está en sus raíces primeras: el Evangelio, como semilla fecunda con un dinamismo tal que puede romper cualquier barrera y dar un fruto abundante. Por otra parte, no se deben olvidar las palabras de Benedicto XVI: la Iglesia mira con reconocimiento, pero sin nostalgia, el pasado. Y con la ayuda del Espíritu de Dios, no tiene ningún miedo al futuro. Una Iglesia actual libre, por la palabra de Dios, no está encadenada; viva, pues su fuente son los sacramentos; valiente, por el empeño en la caridad; joven, por la alegría de la esperanza”, anunció.
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